UN AÑO MÁS
Un año que ha marcado, como todos
los años, la vida de cada uno de nosotros. Un año en el que hemos podido
descubrir luces y oscuridades, alegría y tristezas. Cada uno de nosotros hemos
caminado por el camino de nuestra vida, hemos trabajado y hemos descansado, hemos sido felices y hemos
sufrido, nos hemos forzado en el seguimiento de Jesucristo y a
veces también hemos caído también en la desidia y la infidelidad.
Y a nuestro alrededor, hemos
visto caminar a nuestros hermanos, a todos los hombres y mujeres: desde los más
cercanos, los de nuestra familia, nuestros hermanos y amigos, hasta los más
lejanos. Todos ellos, todos forman parte de nuestra vida. De todos hemos podido
aprender, todos han sido para nosotros, de un modo u otro, estímulos para nuestra vida. Y de un modo especial, porque
de ninguna manera podríamos olvidarlos,
recordamos los rostros de dolor de nuestros hermanos que sufren por la guerra,
por el hambre, por todas las crueldades que los hombres sembramos o permitimos
en este mundo.
Un balance de fin de año sería
preguntarnos, en el silencio de nuestro corazón, con sinceridad y valentía,
sobre nuestra actitud ante esas verdades sin las cuales iríamos sin brújula en
la vida, es decir, sobre la fe, la esperanza y el amor. Ante todo, sobre el
amor, pues “quien ama no hace mal al prójimo, por eso el amor es el
cumplimiento total del amor. Así pues, no tengan con nadie otra deuda que no
sea la del amor. Pues el que ama a su prójimo tiene cumplida la ley”. (Rom.
13,8.10). Si rescatamos el amor, el balance final será a nuestro favor
El Papa Francisco dijo en la tradicional oración de fin de año, que al entrar el 2014, se
debería reflexionar y preguntar “si 2013 lo hemos utilizado para avanzar en nuestros
propios intereses o para ayudar a otros”.
Es muy importante reflexionar sobre
este mensaje del santo Padre.
"Desde los tiempos más antiguos,la
Bienaventurada Virgen es honrada con el título de Madre de
Dios. Fue la primera fiesta de la
Virgen en la Iglesia. Por su Sí a
la voluntad de Dios María es Madre de Dios, de la Iglesia y de los cristianos. Ella
es símbolo de la comunidad cristiana en donde los creyentes encontramos a
Cristo".
"Desde los tiempos más antiguos,
¡Feliz Año a Todos!
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