Soy Scarlet, novicia de la Congregación Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. Mi Noviciado está siendo una experiencia hermosa y fuerte, pero para poder llegar a entender hay que vivirla, dar nombre, sobre todo disfrutarla en cada momento y también aprender lecciones. La primera invitación fue planificar mi camino, el cual ha requerido de mi esfuerzo, también ha habido gente muy buena que me ha ayudado mucho, luego liberarme de todo tipo de egoísmo que me impide seguir adelante en todos los sentidos. La otra invitación fue iluminar con todo lo que soy, bien sea cualidades, talentos, actitudes y no solo ello, sino también dejándome iluminar; cuesta, pero cada vez que voy dando apertura todo se torna distinto y de ahí me he sentido invitada a cuidar el don que he recibido. Muchas veces cuando me doy cuenta veo que sí vale la pena luchar, empeñarme, esforzarme con alma, vida y corazón, solo así puedo volver a lo esencial, eso me ayuda ...