Mi experiencia comunitaria.

                                                                        Mi experiencia comunitaria

El día 7 de Enero salí de Madrid para Abrantes en el centro de Portugal para hacer la experiencia apostólica, que ya esperaba antes de finalizar el noviciado 

La comunidad Religiosa de nuestras hermanas está situada  en el centro histórico de la cuidad de Abrantes, donde hay un porcentaje elevado de personas ancianas y algo desertificación .
En esta realidad las hermanas intentan cada una, según su trabajo, responder a la misión evangelizadora de la Congregación. Acoger, visitar a personas que  viven solas en sus casas y también en el hogar de ancianos de la Santa Casa de la Misericordia de Abrantes.
Gran parte de la misión se desarrolla en su ambiente de inserción: Hogar de ancianos y enfermos.
Inicié  mi experiencia apostólica en el hogar Santa Casa de la Misericordia de los pueblos de Gavião e Comenda. Ésta, es dirigida por una hermandad de laicos,  en que hay un Proveedor y hermanos que de entre ellos eligen  la Mesa Administrativa. Ya desde los tiempos de la Reina Dña. Leonor, fundadora de esta obra, intentan dar respuesta a los más necesitados practicando las obras de misericordia. Animados por este espíritu constituyen una presencia y una fuerza de esperanza al lado de los  que necesitan  apoyo y ayuda.
En este ambiente he realizado mi experiencia como voluntaria: De lunes a viernes muy temprano, teníamos que hacer un recorrido de 30 a 45 km hasta Gavião y Comenda. Allí hacía un poco de todo: a los ancianos los ayudaba en la comida, los levantaba, los escuchaba, acompañaba en el tiempo  libre y charlaba con ellos.
En la comunidad son tres hermanas: Arlete, Porcínia do Carmo, Lurdes Lopes y yo -Clementine.  En ella he colaborado en las tareas comunitarias: limpieza, cocina, liturgia. También en el  ensayo  de cánticos en la parroquia,  en las Celebraciones de la Palabra presididas por las hermanas, además  del Hogar de ancianos,  en otro pueblo que pertenece a la Parroquia. He estado en el encuentro de preparación del grupo que se reúne en nuestra casa, para la preparación del Sínodo Diocesano, en que una de las hermanas es la Animadora y que  se reúnen los miércoles, quincenalmente. También se han reunido los de AMAM y del Voluntariado Misionero en nuestra casa, que no he podido participar por estar en el Hogar. Pero he estado con las de AMAM en Gavião.

  Estoy muy contenta y feliz de  este voluntariado, de ayudar a quien no puede hacer algo  por sí mismo, ni comer ni levantare pues  viven con gran dependencia. Me ha gustado mucho  la experiencia, fue muy enriquecedora y estimulante por la misión de las hermanas,  su manera de estar en  medio del pueblo y mi propia vivencia. Agradezco a todas hermanas que han hecho posible esta experiencia y muy concretamente a las hermanas de la comunidad de Abrantes.

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