Tarde de fútbol
Fue una tarde muy agradable, donde el juego nos une, nos alegra, nos hace poner nuestras capacidades, dando todo lo mejor de nostras en la cancha.
Trabajo en equipo, comunicación, apoyo, dar pases, correr, animar, advertir, unión... fueron algunos de los valores que tuvimos que poner en práctica para que el juego se llevara a cabo.
Cayéndonos y levantándonos, sudor, rabias, enfados, gritos, perder, advertir, correcciones, tiempo, un árbitro que nos marcaba el tiempo, los fuera, las faltas y entre cosas tuvimos que superar para concretar un buen trabajo en equipo.
Que en el juego de nuestra vida y el seguimiento de las huellas de Jesús, el tiempo sea el de Dios, y que El mismo sea nuestro árbitro, que podamos movernos en el equipo de nuestra comunidad, superando adversidades, y donando nuestras mejoras cualidades.
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